Las
copas menstruales son un producto de higiene femenina cómodo, práctico,
ecológico, económico, saludable, necesario y perdurable. No obstante, pese a
todas estas ventajas, no son populares ni reconocidas y su uso no es masivo aún.
Esto se debe a la escasa o nula publicidad que se hace en torno a ellas, dado
que no es un producto seductor para el mercado. Incluso, en varias ocasiones la
escasa publicidad suele ser tendenciosa y hasta errónea con el fin de generar
confusión y evitar que más mujeres puedan probar o analizar mejores
alternativas a las vigentes. Sin embargo, poco a poco el movimiento de cambio
se hace notar y mejores notas son publicadas. Invito a leer el siguiente
artículo que publicó Pagina 12 el pasado diciembre de 2012 que me pareció
objetivo, claro y real. No dejemos de soñar el cambio que deseamos ver y pongámonos
en marcha. Reconectemos con lo sagrado de nuestro cuerpo y nuestra menstruación
sin descuidar a la Madre Tierra.
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