en la ciudadela de Machu Picchu, Perú; año 2010 |
Cada
uno tiene un talento, una misión en el mundo y no necesitamos nada en especial
para compartirlo más que el deseo y la convicción de hacerlo. Es posible y es
la base para el origen de nuevas comunidades, gente dedicada a lo que más ama
hacer, que entrega su tiempo y su entusiasmo en cada actividad. Viajar representa
una hermosa oportunidad para ampliar nuestra conciencia y poder ver con
claridad cual es nuestro talento y en que podemos ayudar al mundo. Germán nos
comparte su experiencia de un viaje que comenzó hace más de 3 años desde Buenos
Aires, Argentina; hacia Latinoamérica.
San Cristobal, México; año 2013 |
¿Por
qué viajar? Esta es una pregunta que me hice cuando ya había decidido que
quería hacerlo. Fueron el impulso, las sensaciones, los sentimientos y también
la desesperación que me hicieron tomar la decisión, luego al tener la
tranquilidad y frialdad de pensamiento nuevamente en mi, intenté rehacerme la
pregunta una y otra vez y llegué a entender el porqué de mi necesidad. Varias
veces me lo pregunté, incluso cuando el viaje ya había comenzado y en cada una
de las veces que lo hice y hago encuentro nuevas razones, nuevas ideas, nuevos
pensamientos que me indican que he tomado la decisión correcta y que estoy en
buen camino.
en Costa Rica. Germán canjeó alojamiento y comida por música |
Cuando
digo viajar, no hablo de vacaciones… las vacaciones están diseñadas para
descansar, relajar la mente y “escaparse” un poco de las obligaciones laborales
y/o institucionales por sobre todas las cosas, hablo de viajar como forma de
enseñanza, como forma de auto-redescubrimiento y como forma de vida; un viaje
puede ser revelador y puede ser el comienzo de algo grandioso.
El
viernes 16 de abril de 2010 inicié mi viaje, o mejor dicho comencé mi vida
nuevamente desde cero. Después de largos meses de preparación, me subí al tren
que va desde Constitución hasta San Miguel de Tucumán dejando atrás, o mejor
dicho, llevándome conmigo todo lo que hasta el momento Buenos Aires y Argentina
me había dado. El hecho concreto que me llevó a esta especie de reencarnación
fue el claro sabor a libertad que experimenté 5 años atrás viajando por Europa.
Si bien fueron unas vacaciones de tres meses fueron momentos reveladores,
llenarme de preguntas acerca de por que hacemos lo que hacemos, por que
decidimos entregar nuestra vida a la comodidad y a las falsas seguridades, me
sirvió para tomar el coraje suficiente para desprenderme del miedo y la rutina
e ir en busca de nuevos rumbos. Fue complicado en un principio, porque muchas
veces no encontré apoyo en mi entorno, pero cuando la decisión fue tomada
definitivamente supe que nada me iba a echar atrás.
presentación en la antigua Guatelama, año 2012 |
Guitarra
en mano, sigo viviendo increíbles experiencias, todo el tiempo se abren
puertas, surgen proyectos, aprendo, me enamoro, vivo y me redescubro; también
tomo consciencia acerca del daño que causa el ser humano al mundo y trato de
contribuir en lo que pueda a que esto mejore. Pienso que viajando también
ayudamos a que esto cambie, limpiar mentes y transmitir conocimientos entre
todos es fundamental.
en Berlín, año 2008 |
En
este momento me encuentro en México después de haber atravesado todo el
continente y el plan es seguir moviéndome, el mundo está en movimiento, por eso
es necesario que nosotros nos movamos con él para conseguir la armonía que
tanto se necesita. Creo que dar rienda suelta a nuestra libertad es
enriquecedor, viajando se aprende lo que muchas instituciones no saben enseñar
y es una puerta infinita al descubrimiento. Viajar nos renueva y nos mantiene
jóvenes, nos alienta a vivir cada instante sin arrepentirnos de nada, porque se
aprende a valorar cada experiencia vivida, ya sea buena o mala. Se aprende a
valorar la vida humana, los recursos que tenemos y que malgastamos a cada instante,
nuestro espíritu y a la Tierra misma.
Salar de Uyuni, Bolivia; año 2010 |
Es
bueno saber que no hay una fórmula para viajar, que las posibilidades de
hacerlo son eternas, con dinero, sin él, cerca, lejos, con familia, etc.; nos
deja marcas imborrables, sensaciones nuevas y anécdotas increíbles. Viajar
siempre es una buena inversión, de tiempo, de energía, de dinero y no hay una edad
mejor que otra para hacerlo; en cada oportunidad de viaje se buscan y se
encuentran las razones pertinentes a cada era que nos corre. El que viaja a los
20 se encuentra con un mundo nuevo ante sus ojos y el que viaja a los 60 o a
los 70 se encuentra con la experiencia de lo ya vivido y la relajación de
conocer con más precisión las normas de un viaje que siempre es distinto al
anterior.
Lo
importante es dejar de lado los miedos y prejuicios y animarse a concretar los
sueños, la vida nos recompensará al final del camino por haberla atravesado en
todo su esplendor, sin reservaciones y haciendo buen uso de todas las
herramientas que nos brindó.
Más
info: https://www.facebook.com/german.ferreyra?fref=ts
en Ecuador Germán vivió un mes y medio en comunidad |
Gracias Germán por la nota! super interesante y ENRIQUEcedora!! :-)
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