Confiamos
que existen los recursos y habilidades para que cada uno de nosotros dedique su
tiempo y fuerza para realizar las actividades que amamos. No hace falta nada
especial, sino la voluntad de creer que podemos y organizarnos para tal fin.
Compartimos la propuesta de Espiral.
En la actualidad existen varios
inconvenientes que frenan la realización de nuestros proyectos personales. Muchas
formas de empleo actual (consideradas las principales y más fuertes fuentes de
trabajo) se destinan casi exclusivamente a la fabricación de objetos y al desempeño
de tareas que en muchos casos no resultan de utilidad ya que han dado como
resultado el deterioro ambiental y social actual. Esto lo podemos observar en el dramático decrecimiento de la vida rural ligada a la cultura de la tierra y al agrandamiento
de las ciudades con el fin de concentrar los mercados, aspectos que han desembocado
en la pérdida de sentido de nuestra fuerza y voluntad personal.
Esquema teórico de la propuesta |
Sin embargo, cada uno de
nosotros ama realizar un sinnúmero de tareas manuales y/o intelectuales,
generalmente actividades sencillas de concretar. Cuando realizamos lo que
realmente amamos el concepto de trabajo desaparece, el tiempo deja de existir y
nos guía el entusiasmo y la energía; en oposición a las actividades que no nos
gustan o incluso odiamos realizar, donde todo se vuelve pesado, reina el
cansancio y el mal humor, el desgano y el aburrimiento. Ahí es cuando no vemos
la hora de irnos a nuestros hogares y el tiempo parece no pasar nunca. Nos
levantamos cansados y la jornada sólo nos quita más energía. Cuando llegamos a
nuestras casas ya no tenemos fuerza ni ganas de compartir con las personas que
amamos y de realizar las tareas que más nos gustan. Nuestro hogar muchas veces
se transforma en un lugar transitorio, dónde sólo pasamos la noche.
Ejemplo de red de proyectos |
Proponemos que cada uno de
nosotros se desempeñe en lo que realmente ama hacer sin posponerlo
ilusoriamente a cuando tengamos tiempo o a nuestra jubilación. Si todavía no conocemos
nuestro arte o talento, es porque simplemente no nos detuvimos lo suficiente
como para encontrarlo y desarrollarlo. Por lo general, a todos/as nos gustaría dedicar
nuestro tiempo y energía a tareas útiles y buenas que ayuden a nuestro ambiente
y comunidad. ¿Cómo saber
si esto es así realmente? Con unas simples preguntas: ¿se ajusta nuestro
proyecto a los principios de la Permacultura? Quiero decir, ¿lo que hago a
diario es bueno para la Tierra, las personas y tiende a repartir los excedentes
entre mi comunidad inmediata? Otra forma es pensar si con nuestro oficio o
tarea reducimos o aumentamos nuestra huella ecológica. Por ejemplo: si me
dedico a forestar con especies nativas un valle, al final de mi vida la diversidad
biológica habrá aumentado, los recursos disponibles para mi gente crecerán, facilitando
el desarrollo de la comunidad. Sin embargo, si me dedicara a la fabricación de
electrodomésticos prescindibles, utilizaría gran cantidad de recursos para
producirlos. Al final de mi período de vida dejaría muchas toneladas de
residuos, habría instaurado la falsa necesidad de consumir cosas innecesarias y
habría apoyado a la insatisfacción y malestar de la gente; a cambio (si tengo
suerte), de una buena suma de dinero.
Presentación de la propuesta |
Por lo tanto desde Espiral
prácticas apropiadas proponemos y practicamos la creación y el fortalecimiento
de redes de proyectos personales de vocación. Para ello incentivamos el
desarrollo de pequeños emprendimientos autogestionados apoyados a través del
grupo. El apoyo se da no sólo con dinero, sino compartiendo nuestro tiempo,
información y recursos de forma desinteresada. Así llevamos a la transición
hacia sistemas alternativos de economía. En estos proyectos no existen
jerarquías (transciende los conceptos de jefes y empleados ya que se trabaja a
la par). Son sin fines de lucro (transcendiendo el principio corporativo de
aumentar los beneficios reduciendo los costos) pero dejando el suficiente
excedente para que nos permita vivir de lo que amamos. Se dedican a la
fabricación artesanal de bienes útiles sin impactar en el entorno
natural o social; o al ofrecimiento de servicios que ayudan al bienestar, el despertar
de la consciencia y a la libertad de las personas. Potencia las artes, la unión
y la alegría. Por último, le quita el protagonismo al dinero como única energía
de intercambio incorporando otras formas de relacionarnos como las mingas de
trabajo, bancos de tiempo, trueque y el compartir nuestros excedentes más allá
del concepto de reciprocidad. De esta forma buscamos que
nuestros proyectos crezcan con el apoyo de nuestro grupo cercano y a su vez que
apoyemos de la misma forma al menos a otros dos proyectos amigos. Así logramos evitar
a los intermediarios (principal causante de la pérdida y concentración de la
riqueza) y logramos la valoración del trabajo artesanal, cooperativo y el desarrollo de talentos
personales más allá de las demandas del mercado, fortaleciendo y multiplicando
las redes de acción.
Los invitamos a formar grupos
de trabajo para la creación de nuevos proyectos y medios de comercio justo en
tu barrio o lugar de residencia, en escuelas, espacios cooperativos, culturales
y municipios. El cambio ya se está dando, no malgastes tu valioso tiempo.
En la 3ra. Convergencia Permacultural de la CABA, mayo 2013 |
Excelente.. croe que de esto se trata... y siempre se trató de lo mismo. CADA UNO TIENE QUE HACER LO QUE MAS LE GUSTA Y LO MEJOR POSIBLE... teniendo en cuenta el entramado dinamico que nos une. El relacionarse es dinamico, y la busqueda dentro y con UNO MISMO tambien.
ResponderEliminarSigamso sumando fuerzas... claramente se trata de un granito de arena que cada uno puede poner.
No tenemso que hacer todo SOLOS.. tenemos que sumar fuerzas.
Caminando por ahí...con mucho por aprender.. les dejo un fuerte Abrazo...Agus desde Epuyen!